7/3/10

El club de los NFF: Desasnando perdedores.

En la última reunión editorial, el grupo de nomequemeslapollera se enfrentó a una divergencia de opiniones en lo que respecta a una frase popularísima, entre la juventud sexualmente activa, o con deseos de activar. La expresión de la discordia: tirar la goma.
Si amigos, desde los años '90 se mantiene esta batalla subterranea entre el tandem adolescente de la sociedad, y es hora que se defina. Por esto es que el equipo de investigacion de nomequemeslapollera, salió a averiguar, porque el pueblo quiere saber de que se trata, tirar la goma.

Curiosos los datos recogidos, cabe destacar, que se remontan a épocas lejanas, medievales.
Cuenta la historia que alrededor del año 1356 d.C, a casi un siglo de la finalización de la Edad Media, se desarrolló en Europa Occidental un curioso  rito de cortejo a las damas de la sociedad.
A la edad de 10 años, el niño se consideraba pasando a su edad adulta, comenzando a portar pantalones largos y tambien adentrandose en los negocios familiares, o adentrandose en la esclavitud, dependiendo el estrato social al que se viera relacionado.
No sólo la educación en las costumbres económicas eran provistas en esa edad, sino que tambien el niño comenzaba su etapa de cortejo y conquista, para asegurarse, años más tarde, la perpetuidad de la herencia familiar y por qué no decirlo, fructuosos negocios interfamiliares.

Sin más preámbulos, nos sumergimos en las costumbres del cortejo y en la mismísima raiz de la expresión "tirar la goma".
En una ceremonia de caracter íntimo, familiar, al niño se le entregaban dos pares de pantalones largos, con sus respectivos calzoncillos hasta los tobillos, y en una pintoresca cajita, un pedazo de goma. Sorprendente característica de la goma entregada, es que era extremadamente adhesiva. 
En los años subsiguientes, el niño cuidaría de su goma, practicaría el tiro de goma, la limpiaría, la compararía con la goma de sus amigos y familiares mas cercanos, buscando tal vez, la goma más grande, inequívoco símbolo de superioridad frente a su género.
Llegado el momento, el niño aventaría la preciadísima goma con gran ímpetu, sobre la persona que desearacomo su compañera en matrimonio.

Así es como, año tras año, se reunían en los jardines reales y se llevaba a cabo la tradicional y masiva tirada de goma.
Las más afortunadas, recibirían un certero gomazo en la cara apenas iniciada la ceremonia, otras, deberían esperar, rezagadas, al final de la fiesta y recibir la goma que hubiera quedado disponible.

Así entonces, derribamos el mito. 
Asi es como nos acercamos un poco más a las raices de nuestro lenguaje, y por qué no, de la verdadera historia de nuestras costumbres sexuales.

Todo el equipo de nomequemeslapollera les desea a ustedes, tengan la oportunidad de disfrutar de una elegante y efusiva tirada de goma, al menos, una vez por año.

Les re conviene.


Goma contemporánea. Se cree que está firmemente relacionada a la tirada de goma medieval.